Las nuevas formas de socialización virtual

Con la invención del telégrafo hace casi 200 años, las tecnologías de comunicación ya comenzaban, poco a poco, a formar parte de las prácticas sociales cotidianas. Sin embargo, el fenómeno de la World Wide Web (WWW) creada en los 90’ marcó un antes y un después en la manera de comunicarnos y relacionarnos, con una magnitud tan grande que aún hoy intentamos comprenderla mientras lidiamos en simultáneo con nuevas aplicaciones, nuevas actualizaciones y aparatos que llegan para facilitar nuestro día a día.

Con el boom de las redes sociales los límites de nuestra propia privacidad se tornaron difusos, y hoy elegimos compartir en las redes cuestiones que antes no salían de nuestro círculo de intimidad. Las conversaciones entre amigos, intercambiar chismes o mostrar a nuestros familiares fotografías de las vacaciones ya no son manifestaciones informales o efímeras, sino que pasan a formar parte de lo que podemos denominar nuestro “Yo virtual”: todo el contenido que subimos o compartimos en las redes sociales forma parte de aquello que, consciente o inconscientemente, elegimos presentar de nosotros.

Y si bien a primera vista podemos creer que nuestras búsquedas en la lupa de Instagram o las publicaciones que llevan nuestro “Me gusta” no tienen ninguna importancia, el negocio de los datos ya no es novedad. Estas empresas toman enormes cantidades de datos que extraen de la interacción entre usuarios o entre el usuario y la misma infraestructura digital para analizar de forma predictiva su comportamiento. Qué nos gusta, en qué momentos interactuamos más e incluso qué candidato puede tener más afinidad con nosotros. Autores como Van Dijck (2019) ya sostienen que, de manera inconsciente, las plataformas virtuales gobiernan la forma en la que vivimos y nos comunicamos.

¿Te interesa saber más sobre este tema? En próximas publicaciones trataremos más a fondo algunas de las temáticas relacionadas con el mundo digital y sus implicancias en la sociedad.